Ya en enero se palpita la fiesta popular de más brillo y color y hasta febrero cada fin de semana se baila y se zamba al ritmo de las batucas. Gualeguay se vestirá de colores en su corsódromo exclusivo, que brinda comodidad y excelente panorámica a los espectadores, donde se podrán disfrutar de la vista de trajes emplumados y desbordantes de brillos, estandartes magníficos, carrozas y coreografías convocantes.
La belleza y destreza de sus bailarinas, que se manifiesta en las representativas pasistas de las compartas Si-Si, K- Rumbay y Samba Verá, a los que se suman los ritmos vibrantes de la percusión de los integrantes de las batucadas y murgas, son la combinación perfecta de música y danza para encantar la noche.
En Gualeguay el público no sólo acude como espectador ya que niños y adultos juegan con las tradicionales espumas, así como bailan y cantan al ritmo de los bailarines y músicos que se esfuerzan por lucirse cada noche como si fuera la última.
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