Sitios en Rosario del Tala, Entre Ríos

Sitios a Visitar en Rosario del Tala, Entre Ríos


Iglesia Nuestra Señora del Rosario - Imagen: Turismoentrerios.comIglesia Nuestra Señora del Rosario
Iglesia Nuestra Señora del Rosario
Calle Urquiza 285.
Instituida originalmente como vice Parroquia “Nuestra Señora del Rosario”, a raíz del pedido de un grupo de vecinos escuchado por el entonces Cura de Gualeguay y posteriormente por el Virrey Gabriel de Avilés y del Fierro, su fecha de nacimiento coincide con la fecha de fundación que toma la localidad de Rosario del Tala: 7 de noviembre de 1799, ya que sería el centro de los asentamientos poblacionales producidos de allí en más.
Actualmente concentra las actividades religiosas de la ciudad, erigiéndose con su característica arquitectura en la planta urbana.

Plaza Libertad - Imagen: Turismoentrerios.comPlaza Libertad
Plaza Libertad
Calle Urquiza, frente a la Iglesia.
Engalanada por una fuente de agua donde nadan pececitos de colores; y también por el monumento a los fundadores; es la plaza más importante de Rosario del Tala. Allí comienzan a descubrirse los verdes entrerrianos irradiados por la cuidada vegetación, y la sutil interrupción del silencio con el trinar de los pájaros. Juegos infantiles completan la escena divirtiendo a los más chicos.
Se ubica en el centro de la ciudad.

Museo Histórico - Imagen: Turismoentrerios.comMuseo Histórico
Museo Histórico
Calle Urquiza Nº 269.
Ideado en 1964 por parte de un grupo de amigos que creyeron en la importancia de conservar elementos que narraran la historia del lugar; el museo fue inaugurado en 1965 en un local cedido por la Policía, hasta que en 1980 un aporte del gobierno provincial financió la construcción de su propio edificio.
Actualmente el museo cuenta con dos plantas y un patio al aire libre, espacios donde ofrece muestras de fotografía, numismática, arqueología, religión, folclore, objetos cotidianos, herramientas, armas, e incluso una abultada hemeroteca.

Museo Homenaje
Calle 25 de Mayo s/n.
Muestra de objetos vinculados con la historia urbana y rural de la región, incluyendo la alusión a la estadía de Yupanqui en la zona y exponiendo una guitarra suya, instrumento donado por José María Gilberto, un vecino que conoció al folclorista en Buenos Aires.
El museo debe su existencia a la familia Ellena que, interesada en que no se perdiera la esencia del lugar, decidió crear este sitio histórico- cultural.

La Vieja Calera - Imagen: Turismoentrerios.comLa Vieja Calera
La Vieja Calera
Av. San Martín y 9 de Julio.
Construcción abandonada donde aún se erige imponente la antigua chimenea de ladrillo oscuro. Todo ello recubierto por un halo de misterio que seduce a cualquier visitante de Rosario del Tala a llegarse hasta su emplazamiento para contemplarla.

Rancho de Don Ata
Por Ruta Provincial Nº 39.
Tal como el propio Atahualpa dijera, lo que alguna vez se trató de "un rancho típico, torteado de barro y cueros contra la humedad, en plena selva entrerriana", es hoy un montículo de ladrillos disonantes con el paisaje natural, convertido en un punto de turismo cultural debido a la devoción de los seguidores del gran artista.
La cercanía del balneario Delio Panizza facilita la visita del sitio, que no se agota en esas ruinas. Abriendo tranqueras abandonadas, se puede conocer el litoral profundo sin mayor trazado que el que dicta el camino: un rancho deshabitado con su aljibe y sus amplias piezas delimitadas por ladrillos pegados con adobe; casillas de zinc que alguna vez fueron de los pescadores de la zona.
A los restos del humilde rancho junto al río Gualeguay, donde se refugiara por un tiempo Atahualpa, se llega internándose en el monte entrerriano, a un par de kilómetros por la Ruta Provincial Nº 39, desde la ciudad de Rosario del Tala.

Molino El Americano
A cinco cuadras del casco urbano.
En 1884 los Sres. Buffanti y otros fundan en Rosario del Tala una industria conformada por un molino a piedra o tahona, pero faltos de experiencia se ven imposibilitados de hacerlo funcionar. Años más tarde, el molino es adquirido por una sociedad encabezada por el Señor Chapital, y puesto en funcionamiento a partir de los conocimientos en el rubro de Carlos Barbiero, un trabajador molinero que había pasado anteriormente por la zona, para luego instalarse en Salto (Buenos Aires), y que regresaría convocado a integrarse a la empresa como socio industrial.
Después de algunos años de trabajo y algunas modificaciones por el retiro de socios, queda la firma Chapital y Barbiero, para pasar, con posterioridad, a la única pertenencia de Don Carlos Barbiero, el que se desempeña hasta 1909, año en que se produce su deceso, quedando a cargo de los negocios dos de sus hijos: José y Francisco Luis Barbiero. Se inicia entonces un ciclo de gran prosperidad para la firma, reemplazándose en 1914 la antigua tahona por el moderno molino a vapor y de cilindros. Ese sería sólo el principio del notable progreso que se sucedería, a través de las generaciones de esta familia y muy a pesar de las dificultades que tendrían que afrontar con el tiempo, habiéndose convertido actualmente en una moderna planta industrial centrada en la misma actividad económica: la elaboración de harina de trigo.


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